25 de septiembre de 2012

BUDAPEST II: Pest

Nos ha costado, pero después de media hora esperando por fin tenemos nuestros billetes para última hora de esta tarde. Nos vamos a Bratislava (101,50 HUF = 36€ aprox), pero aún nos queda un largo día para aprovechar en Budapest. Nada más levantarnos, y después de dejar las maletas en el albergue (gratis) hemos ido a la estación de Keleti, de estilo neo-renacentista construida en 1884 como una de las estaciones mas modernas de Europa. Hoy es un punto neurálgico ya que desde ella parten todos los trenes internacionales. Tardan bastante en atender, así que es mejor ir con tiempo.





















Despues bajando por la Rákóczi Körút y tomando la Múzeum Körút a la izquierda, llegamos al Museo  Nacional Húngaro (Magyar Nemzeti Múzeum). El edificio es uno de los palacios clasicistas más impresionantes de Hungría, diseñado por el arquitecto Mihály Pollack. En el interior podemos encontrar, a través de siete exposiciones de la historia de Hungría y la Cuenca de los Cárpatos, desde la prehistoria hasta nuestros días. Nosotros no pudimos entrar, ya que estaba cerrado por ser lunes.
























Unos metros mas adelante llegamos al Mercado Central, proyectado por el arquitecto Samu Pecz a finales del siglo XIX. En planta baja es un mercado tradicional, mientras que en planta alta se venden souvenirs y todo tipo de objetos destinados a los turistas, también hay pequeños puestos de comida donde podemos alguno de los platos típicos del país. Es una pena, pero cada vez esta mas enfocado al turismo y se va perdiendo esa esencia propia del lugar.


El edifico actual es una restauración de mitad de la década de los 90, después de que fuese declarado en ruinas en el año 1991 y cerrado al publico. El problema se arrastraba desde la Segunda Guerra Mundial, cuando la estructura del mercado quedo gravemente dañada. Actualmente es uno de los edificios más significativos y queridos por las gentes de Budapest.


Hay una gran cantidad de charcuterías, donde podemos encontrar el famoso salami húngaro (téliszalámi), de la marca Pick, en diferentes formas y tamaños , y el paprika (pimentón) colgando en todos los puestos.

























Salimos del mercado para callejear por Váci Utca, la calle peatonal que parte del mercado, con gran cantidad de comercios destinados al turismo. Llegamos hasta el puente Isabel (Erzsébet híd), junto al que se encuentra la iglesia de Belvarosi de (Belvárosi Templom).

Este templo es es el mas antiguo y característico de Hungría ya que en el podemos observar todos los estilos arquitectónicos que se han dado en el país. Fue construida en estilo románico en el siglo XI y reconstruida en estilo gótico en el siglo XIII tras la invasión de los tártaros. En el siglo XVIII se reconstruyo en estilo barroco y durante los siglos XIX y XX famosos pintores de la época decoraron los muros interiores. También se observa en la pared un mirhrab orientado hacia la Meca de la época de la dominación turca.













































Continuamos por Kossuth Lajos utca hasta llegar a la Gran Sinagoga de Budapest (Nagy Zsinagóga), uno de los sitios más interesantes y emotivos de Budapest. Ubicada en la  Dohány utca  es la segunda sinagoga mas grande del mundo tras la de New York y con mayor capacidad del mundo (3.000 personas).

La entrada es combinada, en la cual podemos decidir donde entrar de la Sinagoga, el monumento conmemorativo y el museo judío. Nosotros compramos la que permite entrar a la Sinagoga y al monumento conmemorativo por 1900HUF (6.80€ aprox) por persona.

El interior de la Gran Sinagoga, construida en 1859 por el arquitecto alemán Ludwig Förster, es absolutamente impresionante, con un gran lujo y ornamentación interior, que crearía una gran controversia en su creación. La edificación está inspirada en el estilo morisco, aunque tiene toques bizantinos, románticos y góticos.
Durante la II Guerra Mundial, el ejército alemán hacinó aquí a la población judía y posteriormente se convirtió en un pequeño campo de concentración. Desde este lugar muchos judíos fueron enviados a los campos de exterminio.




En el patio trasero de la Gran Sinagoga se encuentra el Memorial a los mártires judíos húngaros o Árbol de la vida, en sus hojas metálicas están grabados los apellidos de los mas de 40.000 judíos húngaros víctimas del holocausto.

























Tras la mas que recomendable visita a la Gran Sinagoga Judía, nos dirigimos a la basilica de San Esteban (Szent István-bazilika). Es el edificio religioso más grande e importante de Hungría. La cúpula con sus 96 metros es, junto al Parlamento, el edificios mas alto de la ciudad y  ninguna edificación puede rebasarlos.

El nombre de la basílica se debe al primer rey de Hungría, Esteban I (975–1038). Construida en la segunda mitad del siglo XIX, estilo neoclásico con planta de cruz griega, en su interior se encuentra  su mano derecha, una de las reliquias más importantes del país.

El acceso es gratuito, excepto para visitar la reliquia y subir a la torre derecha, desde donde se obtienen unas vistas panorámicas de la ciudad.
















































Después de una comida ligera para aprovechar el día, nos dirigimos a la Opera Nacional de Hungría (Magyar Állami Operaház). Fue diseñada por el arquitecto húngaro Miklós Ybl, entre 1875 y 1884, y está considerado uno de los edificios neo renacentistas más importantes de Hungría.

Su construcción fue financiada por Francisco José I, emperador de Austria y rey de Bohemia, con la única condición de que no fuera más grande que la Ópera de Viena. En el exterior podemos encontrar esculturas de famosos músicos y compositores.

Pese a que no pudimos entrar, porque el acceso era solo hasta las 16:00, nos comentaron que la visita era muy interesante, ya que enseñan todos los entresijos de ésta.


En la Opera cogimos el metro para llegar hasta la Plaza de los Héroes. Al entrar nos llevamos una gran sorpresa, ya que la estación es como un pequeño museo perenne de su historia. Esta linea de metro es la segunda más antigua del mundo (1867). En la estación no hay tornos, ni nadie vigilando, así que decidimos jugárnosla (con éxito) y no ticar los billetes. Eran muy pocas paradas, así que la posibilidad de encontrarnos con revisores era muy pequeña.

Tras cinco paradas el metro llega a Hősök tere, parada de la Plaza de los héroes, una de las plazas más importantes de Budapest. Sus estatuas conmemoran a los líderes de las siete tribus que fundaron Hungría. declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El edificio más representativo de la plaza es el Museo de Bellas Artes, uno de los mejores museos de Budapest. En el lado opuesto encontramos el Kunsthalle Budapest (Műcsarnok), museo de arte contemporáneo.













Dando un paseo por el parque de la ciudad llegamos a lo Baños termales de Szechenyi (Széchenyi-gyógyfürdő), uno de los recintos termales más grandes de Europa (precio 3400HUF x 2= 6800 HUF = 24.30€). El recinto, de principios del siglo XX y de estilo neogótico, cuenta con 15 piscinas, 12 pequeñas interiores y 3 grandes piscinas exteriores. Fue una gran experiencia pasar los últimos momentos de Budapest en el balneario, descansando y relajándonos después de un largo día. Sin duda tiene que ser increíble visitar el balneario en invierno, metido en una piscina  a 37 º cuando la temperatura exterior es bajo cero e incluso esta nevando.













































Apuramos demasiado nuestra estancia en el balneario, así que nos tocó ir deprisa al albergue para recuperar las maletas e ir a la estación. Nuestro tren salía de Keleti a las 20.15, o eso creíamos...







































Lo que parecía un corto trayecto hasta Bratislava (hora prevista de llegada 22.45) se convirtió en un auténtico caos. Para empezar, en la estación juntaron tres trenes con distintos destinos en unos solo. Nadie sabía donde se dirigía el tren y nadie informaba de nada. El tren salió tarde, y en un punto indeterminado (más o menos en medio de la nada más absoluta) se paró y nos hicieron bajar para hacer un trayecto en bus de unos 20 minutos. Llegamos a una nueva estación en la que ya por fin fuimos separados en distintos trenes según nuestro destino. Hora de llegada a Bratislava 01.15.

Cuando por fin conseguimos llegar al albergue, no podíamos estar más cansados. Lo que no sabíamos es que nos esperaba una nueva sorpresa: habían cometido un error y sólo había cama para una persona. Como era fallo suyo el chico de recepción, muy simpático, nos gestionó otro albergue para ir a dormir esa noche, pagándonos incluso el taxi para llegar. Hora final de llegada 02.00. A dormir!

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