2 de octubre de 2012

BRATISLAVA: la ciudad de las estatuas

Bratislava, la capital de la República de Eslovaquia, es una de las ciudades a orillas del Danubio. Se trata de una pequeña ciudad, que se encuentra fuera de la ruta de las ciudades Imperiales como Viena, Praga o Budapest .Es una ciudad pequeña, que se ve en un día tranquilamente.

El Grasalkovicov palác de estilo rococó y dotado de jardín francés fue construido a finales del siglo XVIII como residencia de Antal Grassalkovich, un delegado de la corte austro-húngara encargado de las finanzas de la región de Eslovaquia.

El palacio tuvo multitud de dueños  tras la caída y desintegración de Austria-Hungría, como la ocupación por el Comando Territorial Militar, la sede del gobierno de la Primera República Eslovaca, la “Casa de la Juventud y los Pioneros”, hasta llegar a ser la actual residencia del Presidente de la República Eslovaca. El jardín francés es actualmente un parque público repleto de estatuas y fuentes.























Dirección al casco histórico  nos encontraremos con la iglesia de estilo barroco Trinitársky kostol  (Iglesia de la Santísima Trinidad) con un interior abundantemente ornamentado.

































































Por la calle Zamocká nos dirigimos al castillo, ubicado en la colina que da nombre a la ciudad. Aunque existe desde la Edad Media, el castillo actual es una reconstrucción del original, ya que un incendio lo destruyó en 1811. Actualmente alberga el Museo de Historia de Eslovaquia (Slovenské národné múzeum). Desde los jardines del castillo se aprecian vistas de Bratislava y Austria.


























Bajando por las escaleras que miran al río, llegamos a la Catedral de San Martín (Katedrála svätého Martina), de un estilo gótico muy sobrio. La Catedral es famosa por ser el lugar donde tuvo lugar la coronación de los reyes del imperio Austro-Hungaro.











































Ya metido en el casco historico, lo mas interesante es pasear por sus calles peatonales,con un encanto especial.
Destacando la Puerta de San Miguel, la única de las puertas medievales de la ciudad que actualmente se conservan. Es un punto de referencia en la ciudad, coronada por una cúpula típica de esta región de Europa. Es el kilómetro cero, punto de partida de las carreteras del país.
























Tomando la calle Sedlárska llegamos a la Plaza Mayor de Bratislava, que en la época medieval era el lugar del mercado de la ciudad.











Pasando por el arco del Ayuntamiento, llegaremos a una plaza pequeña, acogedora y de una gran belleza, donde podemos apreciar la caracterisitica cubierta verde junto al  palacio.





















































































Sin lugar a dudas una de las cosas características de Bratislava son las estatuas curiosas que encontramos en sus calles.
En la calle Radnicna, la estatua del fotógrafo, un paparazzi asoma en la esquina para hacer una foto.






















El Cumil (Observador), un obrero con casco que sale de una alcantarilla para observar a los viandantes de la ciudad. Se encuentra en la intersección de las calles Panská y Sedlarská. 
Otra estatua muy famosa es el Schöne Náci, situada en la calle Sedlarska, es uno de los personajes más famosos de la ciudad de principios del siglo XX.























Dirección a la orilla del Danubio, llegamos a Hviezdoslavovo námestie, donde se encuentra el Teatro Nacional Eslovaco, edificio neorrenacentista. Esta es una de las zonas más exclusivas de la ciudad, con hoteles de lujo como el Radisson Blue Carlton o la embajada americana.




















En la orilla del Danubio encontramos el Slovenská Národná Galéria (Galeria Nacional Eslovaca) en la que destaca la ampliación realizada por Vladimir Abuelo, edificio moderno de la década de los 90, que crearía una gran controversia con un edifico elevado de 74 metros que permite la visión sobre el Danubio.




















Continuando por la calle, llegamos a una gran autopista que mediante un gran puente “Puente del Ovni“, comunica con la ciudad mas contemporánea. El puente es famoso por la plataforma que se alza en él, con forma de Ovni, y que contiene un mirador, un restaurante y una discoteca.




















Paseando tranquilamente por el encantador casco antiguo de la ciudad volvimos al albergue a recargar pilas para un paseo nocturno.






























































Tras el descanso y la cena en el albergue (Downtown backpackers hostel) tomamos una cerveza típica del pais eslovaco en el bar del albergue con un gran ambiente, amenizado por una pequeña  banda de jazz. Concluyendo la velada con el posterior paseo nocturno por la ciudad.





















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