Nos ha costado, pero después de media hora esperando por fin tenemos nuestros billetes para última hora de esta tarde. Nos vamos a Bratislava (101,50 HUF = 36€ aprox), pero aún nos queda un largo día para aprovechar en Budapest. Nada más levantarnos, y después de dejar las maletas en el albergue (gratis) hemos ido a la estación de Keleti, de estilo neo-renacentista construida en 1884 como una de las estaciones mas modernas de Europa. Hoy es un punto neurálgico ya que desde ella parten todos los trenes internacionales. Tardan bastante en atender, así que es mejor ir con tiempo.
Despues bajando por la Rákóczi Körút y tomando la Múzeum Körút a la izquierda, llegamos al Museo Nacional Húngaro (Magyar Nemzeti Múzeum). El edificio es uno de los palacios clasicistas más impresionantes de Hungría, diseñado por el arquitecto Mihály Pollack. En el interior podemos encontrar, a través de siete exposiciones de la historia de Hungría y la Cuenca de los Cárpatos, desde la prehistoria hasta nuestros días. Nosotros no pudimos entrar, ya que estaba cerrado por ser lunes.
Unos metros mas adelante llegamos al Mercado Central, proyectado por el arquitecto Samu Pecz a finales del siglo XIX. En planta baja es un mercado tradicional, mientras que en planta alta se venden souvenirs y todo tipo de objetos destinados a los turistas, también hay pequeños puestos de comida donde podemos alguno de los platos típicos del país. Es una pena, pero cada vez esta mas enfocado al turismo y se va perdiendo esa esencia propia del lugar.
El edifico actual es una restauración de mitad de la década de los 90, después de que fuese declarado en ruinas en el año 1991 y cerrado al publico. El problema se arrastraba desde la Segunda Guerra Mundial, cuando la estructura del mercado quedo gravemente dañada. Actualmente es uno de los edificios más significativos y queridos por las gentes de Budapest.